La policía de Nueva York mata al adolescente bangladesí Win Rozario a pesar de las súplicas de su madre por su vida y de que él mismo había llamado al 911 para pedir ayuda

Reportaje13 de mayo de 2024

La muerte a manos de la policía de Win Rozario, un adolescente bangladesí de 19 años que vivía en el distrito de Queens, en la ciudad de Nueva York, ha desencadenado protestas y demandas de justicia por parte de su familia. A fines de marzo, Rozario llamó al teléfono de emergencias 911 para pedir ayuda durante una crisis de salud mental, pero apenas ingresaron a su casa los dos oficiales de la policía de Nueva York le dispararon al menos cuatro veces en cuestión de minutos. La Policía de Nueva York afirmó que los oficiales le dispararon porque Rozario los “atacó” con un par de tijeras, pero las imágenes de las cámaras corporales muestran que Rozario se encontraba en el extremo opuesto de la cocina de la casa, a metros de distancia de los oficiales, mientras su madre intentaba desesperadamente proteger a su hijo. “Necesitaba ayuda y lo que hicieron fue matarlo”, dice la concejal de la ciudad de Nueva York Shahana Hanif, quien representa al distrito 39 de la ciudad. También analizamos con Hanif las iniciativas de los sectores progresistas del Concejo Municipal neoyorquino para aprobar una resolución de alto el fuego que exige el fin de la guerra en Gaza, así como la represión ordenada por el alcalde Eric Adams contra las personas solicitantes de asilo.

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Transcripción
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AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.

Terminamos el programa de hoy hablando de otro caso que desencadenó protestas y pedidos de justicia: la muerte por los disparos de la policía de Win Rozario, un adolescente bangladesí de 19 años residente aquí en la ciudad de Nueva York, en Queens. Una advertencia a nuestros oyentes y espectadores: Esta historia contiene descripciones e imágenes de violencia policial, incluyendo sonidos de disparos.

A finales de marzo, Win Rozario llamó al 911 para pedir ayuda debido a que estaba sufriendo una crisis de salud mental. Dos agentes de la policía de Nueva York se presentaron en la casa de la familia, y uno de ellos disparó a Win al menos cuatro veces, menos de dos minutos después de entrar en su casa. La policía de Nueva York argumentó que Rozario se acercó a los agentes con unas tijeras cuando le dispararon. Pero las imágenes de la cámara corporal de la policía que se han hecho públicas muestran que Win estaba parado en el otro lado de la cocina, a varios metros de distancia de los agentes, que han sido identificados como Matthew Cianfrocco y Salvatore Alongi. Antes de dispararle, los agentes lo electrocutaron repetidamente con una táser. Su madre, Noton Eva Costa, intentó proteger a su hijo, rogando a la policía que no le disparara. En el video se oye a un agente gritando: “¡Dile que se quite de en medio!” Este es un extracto de las imágenes de la cámara corporal. Se puede ver a la madre de Win suplicar a los agentes de policía que no le disparen a su hijo.

POLICÍA 1: ¡Quítese de en medio! ¡Quítese de en medio!

WIN ROZARIO: ¡No!

NOTON EVA COSTA: ¡Por favor! ¡Por favor!

WIN ROZARIO: ¡Por favor, no le dispares a mi madre!

POLICÍA 1: ¡Quítese de en medio!

WIN ROZARIO: ¡Por favor, no le dispares a mi madre!

POLICÍA 1: ¡Quítese de en medio!

WIN ROZARIO: ¡Lo siento mucho!

POLICÍA 1: ¡Quítese de en medio!

WIN ROZARIO: ¡Por favor! ¡Mi madre! ¡Mamá! ¡Por favor! ¡Por favor, para! ¡Mamá! ¡Mamá!

POLICÍA 1: ¡No! ¡No! ¡No! ¡No!

POLICÍA 2: ¡Satchel, manden otra patrulla! [disparo]

POLICÍA 1: ¡Suelta eso! [disparos]

NOTON EVA COSTA: ¡No! ¡Dios mío! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor, no disparen!

AMY GOODMAN: Noton Eva Costa, una inmigrante de Bangladesh, habló en una conferencia de prensa fuera de la Alcaldía de la ciudad de Nueva York la semana pasada.

NOTON EVA COSTA: Estos policías eran hombres adultos con pistolas. No tenían por qué matar a mi hijo. Yo traté de proteger a mi hijo. Rogué a la policía que no disparara, pero aún así la policía lo mató.

AMY GOODMAN: El hermano menor de Win también aparece en el video advirtiendo a los policías que Win estaba teniendo un episodio y que ni siquiera sabía lo que estaba haciendo. Este es Utcho Rozario, de 17 años, en la conferencia de prensa de la semana pasada.

UTCHO ROZARIO: Mi nombre es Utcho, Win era mi hermano mayor y lo echo de menos todos los días. Win no era solo mi hermano. Era mi amigo y alguien con el que podía hablar y un modelo a seguir. Por la mañana, por lo general se despertaba antes que yo, y cuando yo me despertaba él solía darme un gran abrazo. Alongi y Cianfrocco me robaron ese abrazo de mi hermano.

Win tenía un fuerte sentido de lo correcto y lo incorrecto. Siempre intentaba hacer lo correcto. Era decidido y disciplinado.

Cuando nos mudamos por primera vez a este país, no sabíamos realmente qué era el baloncesto. Y cuando jugábamos al baloncesto, la gente solía reírse de nosotros en la cancha. Así que Win pasó meses entrenando para ser mejor que la gente con la que jugaba. Y en unos meses, se hizo mejor que gente que había jugado durante toda su vida.

La gente que se supone que debe servirnos y protegernos son quienes nos están matando. La policía fue tan agresiva e imprudente que podían habernos matado también a mi mamá y a mí, en nuestra propia casa. Si alguien que no es policía hiciera lo que hicieron Alongi y Cianfrocco, ya estarían en la cárcel. Sin embargo, ellos siguen cobrando su salario proveniente de la ciudad como si nada hubiera pasado.

AMY GOODMAN: La familia de Win y organizaciones comunitarias por la justicia social están exigiendo que ambos agentes sean despedidos y acusados penalmente.

Para más información, nos acompaña la concejal de la ciudad de Nueva York Shahana Hanif, copresidenta del Bloque Progresista y del Grupo de Trabajo para Combatir el Odio. Ella es hija de inmigrantes bangladesíes, y la primera persona bangladesí-estadounidense en ser concejal de la ciudad de Nueva York.

Bienvenida a Democracy Now!, es un placer tenerla con nosotros. Usted fue una de las personas que asistió a la conferencia de prensa. Cuéntenos qué pasó. ¿En cuántas ocasiones, cuando alguien está atravesando una crisis de salud mental, son los miembros de su familia quienes llaman [al 911]? Win llamó él mismo y dijo: “Necesito ayuda”.

SHAHANA HANIF: Así es. Lo que hemos visto, y lo que la familia nos explicó, es que Win llamó al 911 durante una crisis aguda de salud mental. Y tan pronto como llegaron los agentes, dos agentes llegaron a la escena, lo que vimos es que estaban molestos. Su tono era cruel. Y justo después de arribar a la casa se encontraron con Win y su hermano y su madre, y le dispararon. Lo mataron. Él necesitaba ayuda y, en vez de eso, lo que hicieron fue matarlo.

AMY GOODMAN: Explique eso. Utcho, el hermano menor de Win, dice claramente… Win tenía solo 19 años. Utcho dice: “Podrían habernos matado a mí y a mi madre”. Estaban cubriendo… La madre de Win puso su cuerpo en medio, y le seguían diciendo que debía quitarse de en medio. Ella no quería que lo mataran.

SHAHANA HANIF: Sí. Y ninguna madre debería tener que experimentar este dolor. Hemos visto esto demasiadas veces —Mohamed Bah, Amadou Diallo—, la forma en que la policía ha asesinado a personas de color en la ciudad de Nueva York. Y ver a Noton Eva Costa protegiendo a su hijo es una imagen muy conmovedora sobre lo que significa para las madres de comunidades de color que la policía responda presentándose en la escena. En lugar de preguntar y entender lo que había sucedido, o decir “estamos aquí para ayudar”, o cualquier otra cosa que pudiera asegurarle a la familia que estaban allí en respuesta a una llamada, ignoraron todo eso y usaron improperios para insultar a la familia. No está bien lo que ocurrió. Y ahora mismo vemos que la familia exige justicia y rendición de cuentas.

AMY GOODMAN: Utcho dice que él y su madre fueron tratados como delincuentes. Explique eso.

SHAHANA HANIF: Sí. De nuevo, esa fue la respuesta de la policía y, además, tras el asesinato, la familia tuvo que soportar un interrogatorio, como si ellos hubieran sido los perpetradores de este crimen, y luego no recibieron ni una palabra de condolencia por parte del alcalde o del Gobierno [de la ciudad]. Y lo que hemos visto por parte de los funcionarios de alto rango de nuestra policía son ataques a los periodistas, ataques a los neoyorquinos de a pie e incluso a funcionarios electos. Deberían estar haciendo su trabajo.

AMY GOODMAN: El alcalde de Nueva York, Eric Adams, fue un agente de policía. ¿Él ha hablado con usted? Usted es miembro del Concejo municipal, es bangladesí-estadounidense. Esta familia es bangladesí. Usted habló en la conferencia de prensa.

SHAHANA HANIF: No, no lo ha hecho. Y esto concuerda con la forma en la que ha tratado a la gente de la clase trabajadora. Durante su campaña, él prometió expandir el equipo de respuesta de salud mental de la ciudad de Nueva York para situaciones como la de Win Rozario. Y eso no se ha hecho. Le han fallado a los neoyorquinos de a pie. Familias como los Rozario ya no llamarán al 911 y eso es un resultado directo de este incidente. Además, la comunidad bangladesí es una de las comunidades de clase trabajadora de más rápido crecimiento en Nueva York. Y ahora estamos desconcertados y nos duele la falta de empatía, el hecho de que no vemos al alcalde mostrar liderazgo con respecto a lo que cometió la Policía de Nueva York.

AMY GOODMAN: ¿Puede hablar, en general, de cómo debe responder a estas crisis la policía de la ciudad? Ellos reciben más de 100.000 llamadas sobre crisis de salud mental al año. ¿Cómo deberían responder en casos como este, que claramente se había identificado como una crisis de salud mental?

SHAHANA HANIF: Sí. Es en esos casos que los activistas, defensores y funcionarios electos, como yo, miembros del Bloque Progresista, estamos diciendo que debemos ser más conscientes de cuáles son las necesidades de las personas que llaman al 911. Nos hemos enterado de que la familia Rozario no era desconocida para esta comisaría. Entonces, alguien como él debería haber tenido… Alguien debería haberle dicho a la policía o a esa comisaría “Hay que acudir con trabajadores sociales o profesionales de la salud mental”, para que él reciba toda la asistencia que necesita en el momento. Otras ciudades nos han mostrado la forma de hacerlo. La ciudad de Nueva York tiene un programa piloto muy pequeño llamado Be Heard en algunos barrios. Así que podemos expandir ese programa, pero no lo hemos hecho.

Y lo que hacemos constantemente es enviar a la policía de Nueva York a situaciones que exigen una respuesta centrada en la salud mental. Y ese no debería ser el caso. Ellos no tienen las herramientas necesarias para desescalar esas situaciones. Sin embargo, pudieron haberlo hecho en este caso. Están capacitados. Los agentes de policía están capacitados para desescalar. No tenían que usar la pistola eléctrica tantas veces como lo hicieron, mucho menos dispararle. Hay otras partes del cuerpo. Si de verdad se sintieron amenazados por Win en ese momento cuando sostenía las tijeras, pudieron haber hecho muchas otras cosas para las que han sido entrenados con el fin de desescalar situaciones, cosas que no hubieran causado la muerte de Win.

AMY GOODMAN: Concejal Hanif, usted fue arrestada en octubre, junto con una coalición de neoyorquinos que pedían un alto el fuego en Gaza. El Concejo Municipal de Nueva York no ha aprobado una resolución de alto el fuego, aunque muchas otras ciudades lo han hecho. ¿Puede hablar de eso? También visitó el campamento de estudiantes de Columbia.

SHAHANA HANIF: Así es. He estado pidiendo un alto el fuego junto con muchos de mis colegas en el Bloque Progresista, principalmente. Y tiene razón: no se ha aprobado ninguna resolución de alto el fuego. Yo he expresado abiertamente mi profunda decepción y vergüenza con la ciudad de Nueva York, que sería la ciudad más grande en exigir un alto el fuego. Sin embargo, ahora estamos viendo los resultados de no haber aprobado una resolución de alto el fuego. Estudiantes de las universidades de Columbia, City College —yo estudié en el Brooklyn College— y muchos otros campus de la ciudad de Nueva York están exigiendo que se deje de invertir en Israel, un alto el fuego, y mejores [políticas] por parte de sus funcionarios electos. Cuando visité el campamento en Columbia, fui testigo de un movimiento contra la guerra. Fui testigo de lo que significa exigir el fin del genocidio y de las masacres de palestinos, y exigir la liberación de todos los rehenes. Así que estamos viendo a neoyorquinos, estudiantes, jóvenes veinteañeros, diciendo que esto tiene que terminar.

AMY GOODMAN: Por último, en cuanto al tema de la inmigración, ¿puede hablar del trato del alcalde Adams hacia los solicitantes de asilo? Creo que unos 200.000 inmigrantes han llegado a Nueva York desde 2022. Usted está impulsando un proyecto de ley que derogaría la política del alcalde que limita la estadía en refugios para los solicitantes de asilo recién llegados, de 30 a 60 días. ¿Puede explicar más esto?

SHAHANA HANIF: Sí. La legislación que he redactado es la Ley para Detener los Desalojos de los Refugios. Este alcalde ha exigido un límite arbitrario y cruel a la cantidad de días que los solicitantes de asilo pueden quedarse en un albergue. Y lo que estamos presenciando como resultado de esta medida contraproducente —de nuevo, no hay precedentes sobre por qué deben ser 30 y 60 días, 30 días serían para adultos solteros y 60 días para familias con menores de edad— es que los neoyorquinos están viendo ahora el aumento de personas en condición de calle, muchas más personas en el metro, y también niños en edad escolar, mil niños en edad escolar, que, según reportes, han dejado el sistema de escuelas públicas como resultado de estos desalojos. Entonces, mi proyecto de ley revertiría esta política contraproducente.

AMY GOODMAN: Muchas gracias por acompañarnos. Seguiremos cubriendo ese proyecto de ley. Shahana Hanif es concejal de la ciudad de Nueva York, copresidenta del Bloque Progresista y del Grupo de Trabajo para Combatir el Odio. Es la primera bangladesí-estadounidense en el Concejo Municipal de la ciudad de Nueva York. Soy Amy Goodman. Gracias por acompañarnos.


Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.

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