En la Franja de Gaza, al menos 14 personas, incluidos varios niños, murieron luego de que una casa y una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina (UNRWA) que albergaba a personas desplazadas fueran alcanzadas por una serie de bombardeos que Israel lanzó durante la noche contra el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro del enclave palestino. Las personas que sobrevivieron al ataque buscaron desesperadamente señales de vida entre los escombros.
Abu Mohammed: “Esto es una locura. Están bombardeando a personas, a civiles. Ellos no tienen nada que ver con la resistencia ni con nada. Son niños y niñas. Lo juro por Dios, son niños y niñas. Ella es la amiga de mi hija. Juegan todos los días juntas”.
Estas fueron las palabras expresadas por un empleado de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina que se encontraba en el campamento de refugiados de Nuseirat durante los ataques.
Abu Abdaullah Zuhair Abu Rahma: “El bombardeo se produjo alrededor de las 2:05 de la madrugada en un lugar que alberga a personas desplazadas. Esas personas vinieron a la escuela para estar seguras, y la escuela fue atacada sin previo aviso. Uno de los miembros del personal de la escuela fue martirizado. Parece que no hay ningún lugar seguro en la Franja de Gaza. No hay poder ni fuerza excepto en Dios. Ya basta. Ya basta. Le pedimos a Dios seguridad”.
En otras partes de la Franja de Gaza, las fuerzas armadas terrestres de Israel han rodeado zonas de evacuación y albergues en Yabalia, al tiempo que el Ejército israelí intensifica los ataques en la región norte del enclave.