El martes en Capitol Hill, los demócratas obligaron a los senadores republicanos a realizar una sesión a puertas cerradas para cuestionar la información utilizada por el gobierno de Bush para justificar la invasión a Irak. En un procedimiento inusual, se pidió al público que se retirara, se cerraron las puertas y se atenuó la iluminación de la cámara del Senado. La información detrás de la invasión estadounidense a Irak sigue siendo un asunto clave tras la acusación la semana pasada de Lewis Libby, jefe de personal del Vicepresidente Cheney, con relación al caso de filtración de que Valerie Plame era una agente encubierta de la CIA. Poco antes de imponer la sesión a puertas cerradas, el líder demócrata de la minoría del Senado, Harry Reid, dijo: “La acusación de Libby permite ver de qué se trata esto realmente, como este gobierno fabricó y manipuló información para “vender” la guerra de Irak e intentó destruir a aquellos que se atrevieran a cuestionar sus acciones”. Los republicanos desestimaron la sesión cerrada alegando que era una maniobra política. Sin embargo, acordaron realizar una revisión bipartidista de la investigación de la Comisión de Inteligencia del Senado sobre la información previa a la guerra. Los demócratas dijeron que esta investigación era inadecuada.
Senadores demócratas impusieron una sesión cerrada sobre información previa a la Guerra
Titular02 Nov. 2005