Documentos del Departamento de Justicia dados a conocer recientemente indican que Samuel Alito, candidato a ocupar un cargo en la Corte Suprema, argumentó en la década del 80 que los inmigrantes que entraran ilegalmente a Estados Unidos y los extranjeros que no vivieran en sus países no tenían los mismos derechos constitucionales que los estadounidenses. Alito hizo estas afirmaciones cuando era asistente del Fiscal General durante el gobierno de Reagan. El analista constitucional conservador Bruce Fein dijo: “Parece estar diciendo que los funcionarios estadounidenses no tienen ninguna restricción sobre el trato a los extranjeros no residentes o ilegales. ¿Se les puede disparar? ¿Pueden ser torturados?”
Martín Redish, un profesor de legislación constitucional en la Northwestern University Law School, dijo al Washington Post que la postura de Alito podría ser utilizada para justificar la actual política gubernamental en cuyo marco la CIA realiza interrogatorios en prisiones secretas en el extranjero. El New York Times informa que estos documentos también indican que Alito apoyó activamente los esfuerzos del gobierno para aumentar los poderes de las fuerzas de seguridad y limitar las restricciones a la acción de los fiscales.