Esta noticia es sobre Gran Bretaña. En un gran desafío al gobierno británico, Craig Murray, ex embajador británico en Uzbekistán, publicó documentos confidenciales que indican que el Ministerio de Relaciones Exteriores obtuvo deliberadamente información sobre las fuerzas de seguridad uzbekas lograda mediante la aplicación de tortura. Murray trabajó como embajador en Uzbekistán de 2002 a 2004. Fue destituido luego de que criticó abiertamente al gobierno británico y al estadounidense por apoyar violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen uzbeko. Los documentos contienen un registro de varios telegramas que Murray envió a sus superiores en Londres durante los dos años que estuvo en Uzbekistán. En los telegramas, Murray advirtió reiteradas veces que los servicios de seguridad uzbekos estaban proporcionando información obtenida mediante la utilización de tortura.
Murray también revela una opinión legal escrita por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en la que se afirma que la recepción y posesión por parte del gobierno británico de información obtenida mediante tortura “no implica ningún crimen”.