Greyhound, la mayor compañía de autobuses interurbanos del país, amenazó con despedir a sus empleados que vendan boletos a inmigrantes indocumentados. La política de la compañía sobre lo que llama “Transporte de extranjeros ilegales” advierte a los empleados del servicio de atención al cliente de Greyhound que estén alerta ante grupos numerosos de personas, que se muevan en fila y viajen con poco o ningún equipaje. El reglamento indica también, como indicios reveladores, que las personas “intenten ocultarse o permanecer fuera de la vista”, y que grupos numerosos sea dirigidos por un “guía” que lleve los boletos de todos. Greyhound también dice que los traficantes de inmigrantes se delatan cuando llaman a las terminales de ómnibus para preguntar si hay autoridades de inmigración presentes, y cuando merodean, compran grandes cantidades de boletos para otras personas y emplean frases como “estos sujetos acaban de cruzar la frontera”, “mi cargamento”, y “tengo que trasladar a mi gente”. El reglamento advierte que en caso de incumplimiento, los empleados podrían ser despedidos e incluso arrestados. El reglamento era desconocido hasta que el diario La Opinión de Los Angeles informara sobre él a principios este mes.
Greyhound echará a quienes vendan boletos a migrantes sin papeles
Titular23 Sep. 2005