En la ciudad de Nueva York, el sindicato de transporte más grande del país rechazó el viernes un nuevo contrato por sólo siete votos. Más de 22.000 trabajadores votaron. La votación se produjo sólo semanas después de que los trabajadores del transporte llevaran a cabo una huelga de tres días, paralizando los sistemas de trenes subterráneos y autobuses de la ciudad.
Los trabajadores más jóvenes se opusieron rotundamente a una parte del contrato que exigía que los trabajadores aportaran un 1,5 por ciento más para cobertura médica.