En la Franja de Gaza, decenas de miles de personas colmaron un cementerio en Beit Hanoun el jueves, para asistir al entierro de dieciséis integrantes de una familia y otras dos personas que murieron en un ataque israelí contra sus hogares. Siete de los integrantes fallecidos de la familia Athamna eran niños, entre los que se encontraba una bebé de dieciocho meses. Otras seis víctimas eran mujeres. Diecinueve integrantes de otra familia también resultaron heridos, entre ellos cuatro niños que perdieron sus extremidades. El jueves en la ONU, el Observador palestino Riyad Mansour dijo que Israel había cometido “terrorismo de Estado”.
- Riyad Mansour dijo: “Esto es terrorismo, esto es terrorismo de Estado. Estos son crímenes de guerra y quienes los perpetran deben ser considerados responsables en virtud de las leyes internacionales. Lo que hemos visto hoy y en los últimos días y meses, la sangre de civiles palestinos corriendo por las calles, la demolición de sus hogares y la constante humillación, el sufrimiento y el castigo colectivo, es exactamente a lo que el pueblo palestino ha estado sometido durante casi 39 años de beligerancia israelí”.
Horas después del funeral, el Primer Ministro israelí Ehud Olmert afirmó que ese ataque fue el resultado de una “falla técnica” en el radar militar. Olmert dijo que Israel lamentaba los asesinatos, pero se negó a descartar futuros bombardeos en la Franja de Gaza. Las acciones del gobierno están siendo objeto de crecientes críticas en Israel. Un editorial en el periódico israelí Haaretz dice: “No hay excusa que justifique esta atrocidad. Cuando las baterías de artillería apuntan sus proyectiles cerca de un área residencial, un desastre como este es inevitable”.