La revista New Yorker reveló que dos años antes de que se publicaran por primera vez fotos de Abu Ghraib, el asesor general de la armada, Alberto Mora, comenzó a criticar lo que describió como “la política desastrosa e ilícita del gobierno de autorizar la crueldad hacia sospechosos de terrorismo”. Mora advirtió a sus superiores del Pentágono acerca de las consecuencias de la decisión que tomó en 2002 el presidente Bush de burlar las convenciones de Ginebra. Según argumentó, la negativa de prohibir la crueldad hacia detenidos en custodia de Estados Unidos era una invitación implícita al maltrato. Mora cuestionó también el marco legal construido por el gobierno de Bush para justificar una expansión del Poder Ejecutivo, en temas que van desde interrogatorios a la escucha de conversaciones telefónicas. Calificó a las nuevas teorías legales que le otorgan al presidente el derecho a autorizar el abuso de “ilícitas, peligrosas y erróneas”.
Principal abogado de la armada alertó sobre políticas de detenidos del gobierno
Titular21 Feb. 2006