Irak está en estado de alerta máxima de seguridad luego de varios días de violencia provocada por el bombardeo a uno de los santuarios chiitas más sagrados del país en Samarra, el miércoles. Al menos 140 personas murieron en todo el país, la mayoría eran árabes sunitas. La Asociación de Académicos Musulmanes dirigida por sunitas, dijo que 184 mezquitas sunitas fueron dañadas o destruidas desde entonces. Diez clérigos murieron y otros 15 fueron secuestrados.
El gobierno impuso hoy un toque de queda inusual durante el día en Bagdad y en otras tres provincias, impidiendo que varias personas asistan a las plegarias del viernes.
Se han llevado a cabo una serie de manifestaciones conjuntas de sunitas y chiitas para llamar a la unidad nacional y condenar la creciente violencia. Diez mil personas manifestaron sólo en Basora. Pero varios analistas temen que Irak este al borde de la guerra civil.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses están ordenando a sus soldados que permanezcan en sus cuarteles en Bagdad y que no salgan a la calle. Siete soldados estadounidenses murieron el jueves.
Mientras tanto, los funcionarios del canal de televisión satelital Al Arabiya están de luto tras la muerte de uno de sus más conocidos corresponsales en Irak. Atwar Bahjat, de 30 años de edad, fue asesinada el jueves junto con su camarógrafo y su sonidista.