La Casa Blanca está bajo una intensa inspección, luego que el Washington Post reveló que el gobierno continuó afirmando que había descubierto laboratorios biológicos móviles en Irak, incluso después de que un equipo de investigadores del Pentágono había concluido que no se habían encontrado dichos laboratorios. El 27 de mayo de 2003, el Pentágono informó sobre sus hallazgos. Dos días después, Bush dijo: “Encontramos las armas de destrucción masiva. Encontramos laboratorios biológicos”. Días después, el Secretario de Estado Colin Powell, afirmó: “Ya descubrimos fábricas biológicas móviles… No tenemos ninguna duda que ese era su propósito. A nadie se le ocurrió otro propósito que tenga sentido”. El gobierno de Bush continuó con su afirmación errónea durante más de un año.
En Washington, el Secretario de Prensa Scott McClellan intentó voltear la controversia de los laboratorios móviles criticando a la prensa por cubrir una noticia basada en lo que fue descrito como una repetición, información vieja. McClellan calificó a la noticia como una “vergüenza para la prensa” y como una muestra de irresponsabilidad, porque el gobierno de Bush ya había admitido que la información sobre Irak en el período previo a la guerra era errónea. Pero McClellan no pudo contestar si el Presidente tenía conocimiento de las conclusiones del Pentágono, antes de afirmar públicamente que los tráileres demostraban que Irak tenía armas de destrucción masiva.