Mientras tanto, la crisis humanitaria en el sur del Líbano continua acrecentándose. La ONU advierte se ha suspendido la entrega de ayuda humanitaria en varias localidades, que además carecen de alimentos y agua. La institución benéfica británica Oxfam dijo que el dominio que Israel tiene sobre el sur del Líbano ha creado una “pesadilla logística” en el alcance de las víctimas. Los hospitales están sintiendo los efectos de los bombardeos de Israel a las centrales eléctricas y el abastecimiento de combustible. El gobierno libanés advirtió que una escasez de combustible podría ocasionar el cierre de varios hospitales en cuestión de días.
Bilal Masri, el Sub-Director General de la Universidad Rafik Hariri en Beirut, dijo: “No estamos funcionando con toda nuestra capacidad en este momento. Estamos usando sólo el 25% de la capacidad del hospital. Estamos ahorrando energía. No hay aire acondicionado a excepción de las salas más importantes, como CTI (Centro de Terapia Intensiva), las salas de operaciones, el centro de atención coronaria y la sala de emergencias”.