El ex comandante militar estadounidense en Irak, el teniente general retirado Ricardo Sánchez, describió la guerra como una “pesadilla sin un final a la vista”. Sánchez culpó al gobierno de Bush por desarrollar “un plan de guerra catastróficamente erróneo y absurdamente optimista”.
- El teniente general retirado dijo: “¿Quién exigirá que se responsabilice del fracaso a los líderes políticos de nuestra nación involucrados en el manejo de esta guerra? Indudablemente han sido negligentes en el cumplimiento de sus deberes… En mi profesión, este tipo de líderes serían relevados de sus cargos o sometidos a un consejo de guerra de inmediato… Lo mejor que podemos hacer con este plan fallido es retrasar la derrota”.
Sánchez fue el jefe de las fuerzas estadounidenses en 2003 y 2004, durante la época del escándalo de tortura en Abu Ghraib.