En Nueva York, el Departamento de Policía de la ciudad afronta un nuevo escándalo por haber matado a balazos a un afroestadounidense desarmado. Khiel Coppin, de dieciocho años, murió el lunes por la noche tras recibir veinte disparos de bala por parte de la policía. Llevaba tan sólo un cepillo para peinarse. La madre de Coppin había solicitado ayuda a la policía luego de haber tenido una discusión violenta con su hijo. Se informó que el adolescente padecía una enfermedad mental. Según testigos, un policía gritó en vano para que otros dejaran de disparar.
Policía de Nueva York disparó y mató a un adolescente negro desarmado
Titular14 Nov. 2007