Un nuevo informe de Human Rights Watch dice que la represión de la junta militar en Birmania contra manifestaciones a favor de la democracia en septiembre causó más muertes de las informadas por funcionarios birmanos.
Steve Crawshaw, Director de Human Rights Watch, dijo: “Lo que hemos visto es una horrenda serie de matanzas y de brutalidad con balas y golpes durante las protestas de los dos últimos meses. El gobierno dice que todo volvió a la normalidad. Nuestro informe deja en claro que ese no es el caso de ninguna manera, continúan los arrestos y hemos visto una serie de acciones muy brutales ante las cuales creo que el mundo debe realmente abrir los ojos”.
Human Rights Watch documentó al menos veinte muertes de estudiantes, civiles y monjes budistas en Rangún, pero dijo que probablemente hayan muerto muchos más en la ex principal ciudad de Birmania y en todo el país. Medios oficiales birmanos admitieron que diez personas murieron en la represión, entre ellas un periodista japonés que falleció por un disparo a quemarropa.