El gobierno de Bush se ha mantenido silencioso hasta el momento con respeto a las órdenes de arresto emitidas por un tribunal alemán contra trece funcionarios de la CIA implicados en el secuestro de Khaled el-Masri. Masri fue secuestrado en la frontera entre Serbia y Macedonia y fue enviado en un vuelo a Afganistán donde fue torturado en una cárcel secreta. La CIA se niega a realizar comentarios. El portavoz del Departamento de Estado Sean McCormack dice que las órdenes judiciales serán examinadas.
- El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, dijo: “Pero tan sólo reiteraría, simplemente, lo que la Secretaria ha dicho muchas veces sobre temas de este tipo. Y es que respetamos la soberanía de nuestros amigos y aliados. Tenemos una muy buena relación con Alemania. Tenemos una muy buena relación con Alemania, trabajando en operaciones de contraterrorismo y contrainteligencia”.
Masri intentó demandar a la CIA ante un tribunal federal pero su caso fue desestimado sobre la base de que revelaría secretos de Estado. En Alemania, el abogado de el-Masri, Manfred Gnjidic, solicitó que se rindieran cuentas.
- Manfred Gnjidic dijo: “El señor el-Masri necesita tres cosas: la primera cosa es que el gobierno estadounidense debe confirmar lo que le hicieron. La segunda en la que está interesado es que le expliquen por qué le sucedió esto. Y la tercera cosa es —- porque ahora sabemos que es inocente— que le pidan disculpas”.