En Capitol Hill, el Senado decidió mediante una votación muy reñida mantener una enmienda que exige la retirada de los soldados de combate estadounidenses de Irak antes de marzo del año que viene. Los republicanos intentaron quitar la disposición de un proyecto de ley que establecía el financiamiento de las guerras en Irak y Afganistán, pero implantaba a su vez la fecha límite no vinculante para la retirada. El resultado de la votación fue de 50 votos contra 48. Los republicanos Gordon Smith de Oregon y Chuck Hagel de Nebraska se unieron a los demócratas en la votación. Hagel habló en el Senado.
El senador Mark Pryor, de Arkansas, fue el único demócrata que se unió a los republicanos en la votación. El senador independiente Joseph Lieberman de Connecticut también votó en contra de su antiguo partido.
La votación definitiva sobre el proyecto de ley podría tener lugar hoy mismo. La aprobación de la enmienda prácticamente asegura que el Congreso le envíe al Presidente Bush un proyecto de ley que exija la retirada de Irak. La versión de la Cámara de Representantes aprobada la semana pasada exige la retirada de los soldados de combate antes de septiembre de 2008. El martes, la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino reiteró la promesa del Presidente Bush de vetar cualquier proyecto de ley que exija la retirada.
En Irak, funcionarios locales informan que hoy se produjeron al menos 45 muertes, luego que oficiales de la policía chiítas fuera de servicio arrasaron con todo a su paso para vengar un gran atentado suicida con bombas que tuvo lugar en la localidad norteña de Tal Afar. Según se dice, los oficiales merodearon por barrios sunitas, rodearon a hombres y les dispararon al igual que en las ejecuciones. Estos ataques tuvieron lugar luego de un doble atentado con camiones cargados con explosivos, que causó la muerte de sesenta personas en Tal Afar el martes. Otras 150 personas resultaron heridas. También se informaron varios ataques en Bagdad.
Estos episodios de violencia tienen lugar mientras una nueva evaluación del Pentágono basada en entrevistas con altos comandantes estadounidenses señala que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos están en “peligro estratégico”. El autor de la evaluación es el general retirado Barry McCaffrey, quien escribió: “La población está desesperada. La vida en muchas de las áreas urbanas ahora es extremadamente difícil”.