En Irak, soldados bajo el mando de Gran Bretaña dejaron al descubierto un edificio del gobierno iraquí en la ciudad de Basora, al sur del país, donde fuerzas chiítas estaban torturando a prisioneros y desarrollando equipos para fabricar bombas. Las prácticas de tortura tenían lugar en la sede local de la agencia de inteligencia nacional del ministerio del interior iraquí. Los soldados capturaron al supuesto líder de un escuadrón de la muerte y hallaron a 30 prisioneros con señales de tortura. El Primer Ministro Nouri al-Maliki ordenó una investigación — aunque no de la tortura sino del allanamiento realizado por las fuerzas británicas. Al-Maliki denominó el allanamiento “un acto ilícito e irresponsable”.
Iraquíes fueron descubiertos mientras torturaban a prisioneros dentro de edificio del gobierno
Titular05 Mar. 2007