Y en Brasil, un hacendado fue condenado a treinta años en prisión por ordenar el asesinato de la monja estadounidense Dorothy Stang, quien había dedicado su vida a defender al pueblo de la selva amazónica. Su hermano, David, elogió el fallo.
- David Stang dijo: “Nosotros, la familia Stang, vinimos a Brasil, a Belem, para que se hiciera justicia para nuestra hermana, que fue brutalmente asesinada. Hoy encontramos justicia y estamos muy felices”.