Una activista de los derechos de los inmigrantes que fue deportada y su hijo de ocho años lideraron manifestaciones paralelas en favor de los derechos de los inmigrantes en Washington y en Tijuana. Elvira Arellano fue deportada a México el mes pasado tras haber permanecido un año refugiada en una iglesia de Chicago. El miércoles, Arellano lideró una marcha de docenas de personas por las calles de Tijuana, con la que se buscaba demandar que el gobierno de Estados Unidos ponga fin a la ofensiva contra los inmigrantes indocumentados.
- Elvira Arellano dijo: “Bueno, pues yo creo que el llamado que yo había hecho para estar en Washington D.C. el 12 de septiembre fue importante. Entonces, pues me deportaron, y de alguna manera este fue el lado por donde yo fui deportada, y yo creo que por este lado todos los días deportan personas, todos los días separan una familia, no solamente una, cientos de familias separan todos los días”.
Mientras tanto en Washington, el mismo día el hijo de Arellano, Saúl, encabezó a una multitud de más de 150 personas que cantaban mientras marchaban por el edificio del Capitolio. Saúl Arellano llevaba junto a un grupo de niños una pancarta que decía: “Nacidos en Estados Unidos. No se lleven a nuestras madres y padres”.