El Tribunal Federal australiano ordenó que Japón detenga la caza y matanza de ballenas en cualquier parte de la costa o en territorio antártico australiano. Mientras tanto activistas de Greenpeace han perseguido a buques balleneros japoneses en un intento por impedir la caza de ballenas. El domingo Greenpeace dijo que había sacado a una flota ballenera japonesa de la zona de caza del Océano Antártico tras una persecución de 24 horas a alta velocidad a lo largo de cientos de kilómetros de niebla y mares cada vez más agitados. Cuando el buque de Greenpeace se acercó a la flota ballenera, la activista de Greenpeace Karli Thomas le dijo lo siguiente a los cazadores de ballenas.
Karli Thomas dijo: “Nuestra embarcación y tripulación está aquí en el Océano Antártico para condenar su caza, que implica a especies en peligro de extinción, y para insistir en que regresen a puerto de inmediato. Representamos a millones de personas de todo el mundo que quieren el fin de la caza de ballenas en el Santuario de Ballenas que es el Océano Antártico. Nos unimos a la mayoría de las personas en Japón que no apoyan la caza de ballenas en alta mar”.