En Indonesia, los médicos del ex dictador Suharto dicen que está desarrollando una infección sanguínea que amenaza su vida. Suharto supervisó el asesinato de cientos de miles de personas, la mayoría durante su llegada al poder a fines de los 60 y en la invasión y ocupación indonesia de Timor Oriental. Suharto también fue acusado de robar millones de dólares en fondos públicos. El martes, un grupo de estudiantes se manifestaron en Solo, donde se ubica la casa de la familia Suharto, para solicitar que se regrese la fortuna del dictador al pueblo indonesio.
Una manifestante dijo: “Estamos constantemente luchando contra Suharto y sus activos deberían ser entregados a las personas para su bienestar”.