En Capitol Hill, se informó que el gobierno de Bush y líderes demócratas estarían cerca de lograr un acuerdo sobre un plan de estímulo económico de 150 mil millones de dólares. La mayoría del dinero será destinado a la devolución de impuestos. Se informó que los republicanos se oponen a las propuestas de incluir en el paquete de devolución de impuestos a estadounidenses de bajos ingresos que no pagan el impuesto a la renta. En la Casa Blanca, el Presidente Bush dijo que las actuales miserias económicas deberían alentar al Congreso a aprobar varios acuerdos comerciales pendientes.
El Presidente Bush dijo: “Una forma en la que también podemos enviar el mensaje de que queremos continuar creciendo es abrir mercados a productos y servicios de Estados Unidos. Estábamos hablando acerca de estos votos de comercio frente al Congreso, y de la importancia de la apertura de mercados para nuestros trabajadores y empresarios”.