El parlamento de Irak aprobó un histórico acuerdo de seguridad con Estados Unidos, que provocaría que las fuerzas estadounidenses se retiren a fines del año 2011. Este acuerdo podría marcar el principio del fin de la presencia militar estadounidense en Irak, que comenzó con la invasión del año 2003. El clérigo chiíta Moqtada Al-Sadr y algunos grupos sunitas se opusieron a este acuerdo de seguridad, en parte porque le permite a las fuerzas estadounidenses permanecer otros tres años en Irak. Los legisladores se comprometieron a llevar a cabo un referéndum nacional sobre el acuerdo de seguridad en el mes de julio. El Primer Ministro iraquí, Nouri al-Maliki, describió este acuerdo como uno de los mayores logros que ayudará a Irak a recuperar su soberanía.
Nouri al-Maliki dijo: “Al firmar este acuerdo de retirada de las fuerzas extranjeras de Irak, hemos alcanzado uno de nuestros mayores logros para recuperar la soberanía que perdimos hace dos décadas, y felicito al pueblo iraquí”.