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Dieciséis soldados de la Guardia Nacional de Indiana demandaron a la contratista de defensa KBR, con sede en Houston, alegando que la empresa permitió, con conocimiento de lo que podía significar, que estuvieran expuestos a una sustancia química tóxica en Irak en 2003. Los soldados se encontraban brindando servicios de seguridad para KBR durante las reparaciones de una planta de tratamiento de agua en el sur de Irak poco después de la invasión estadounidense. La demanda afirma que el sitio había estado contaminado durante seis meses con cromo hexalavente, “uno de los agentes cancerígenos más potentes” conocidos por el hombre. También afirma que KBR sabía que la planta estaba contaminada, pero ocultó el peligro a los trabajadores civiles y a los soldados. Hablamos con uno de los soldados y con el abogado principal del caso.