En cuanto a los demócratas, el senador Barack Obama se distanció nuevamente de su ex pastor, cuyas opiniones políticas han atraído la atención de todo el país. Durante la semana pasada, el reverendo Jeremiah Wright fue criticado en los medios por relacionar los atentados del 11 de septiembre con la política exterior de Estados Unidos en el Medio Oriente, y por decir que el país se basaba en el racismo. El martes, Obama declaró que no está de acuerdo con Wright en varios asuntos, pero que no podía ignorar sus vínculos personales.
El senador Barack Obama dijo: “A pesar de los defectos que pueda tener, ha sido como parte de mi familia para mí. Fortaleció mi fe, ofició mi boda y bautizó a mis hijos. Nunca en mis conversaciones con él lo sentí hablar sobre ningún grupo étnico en términos despectivos, o tratar a los blancos con los que interactuaba de una manera que no fuera cortés y respetuosa. Contiene dentro de sí las contradicciones —el bien y el mal— de la comunidad que ha servido diligentemente durante tantos años”.
Los observadores dijeron que este discurso marcaba la primera vez que Obama hablaba ampliamente sobre el tema de la raza durante su campaña de quince meses.