En la campaña electoral, ambos candidatos demócratas pronunciaron importantes discursos el jueves para lograr apoyo en sus políticas económicas. En Carolina del Norte, la senadora Hillary Clinton propuso un nuevo programa federal para volver a capacitar a trabajadores desempleados, y afirmó que enfrentaría los intereses empresariales.
La senadora Hillary Clinton dijo: “Las empresas petroleras, las empresas depredadoras de préstamos estudiantiles, las empresas de seguros, y las empresas farmacéuticas, han tenido siete años de un Presidente que defiende sus intereses. Yo seré una Presidenta que los defenderá a todos ustedes. Y ya es hora de establecer claramente nuestras prioridades y nivelar el campo de juego para la clase media y contra los intereses empresariales especiales. Es tiempo para una Presidenta que estará pronta desde el primer día para ser la comandante en jefe de nuestra economía”.
Mientras tanto en Nueva York, el senador Barack Obama solicitó treinta mil millones de dólares adicionales en ayuda económica federal, y dijo que aumentaría la regulación de los mercados financieros. Obama también criticó al candidato republicano John McCain por defender una participación federal limitada en la economía.
El senador Barack Obama dijo: “John McCain anunció recientemente su propio plan, e implica poco más que ver cómo sucede la crisis. A pesar de que esto es coherente con la determinación del senador McCain de ser el candidato de la tercera presidencia de George Bush, no ayudará a las familias que sufren, y no ayudará a sacar a la economía de la recesión”.