En Colombia, 40 mil personas marcharon en Bogotá el jueves para homenajear a las miles de víctimas de los paramilitares y escuadrones de la muerte de derecha que están desaparecidas en el país. La protesta tuvo lugar menos de una semana después de que las Fuerzas Armadas colombianas perpetraron un ataque en territorio ecuatoriano en el que murieron 24 rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La protesta del jueves fue organizada por el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE). Entre los manifestantes se encontraba el activista por los derechos humanos Iván Cepeda, cuyo padre, un senador colombiano, fue brutalmente asesinado en 1994.
Iván Cepeda dijo: “A decirle al gobierno que no queremos más paramilitares, a decirle al gobierno que no queremos más parapolíticos, a decir que no queremos más violaciones de derechos humanos, que los campesinos que han sido sacados de sus tierras merecen un futuro mejor, que queremos democracia. Esta es una derrota política del gobierno del Presidente Álvaro Uribe que rechazó esta manifestación y que la atacó diciendo que era una manifestación de la guerrilla”.
Mientas tanto Nicaragua se unió a Ecuador y Venezuela, y rompió relaciones con Colombia. El Presidente nicaragüense, Daniel Ortega, acusó a Colombia de practicar el terrorismo político.