Gran parte de Bagdad se encontraba cumpliendo un toque de queda el miércoles, mientras los iraquíes conmemoraron tranquilamente el quinto aniversario de la caída de Saddam Hussein en manos de los soldados estadounidenses.
Un residente de Bagdad dijo: “El toque de queda tendrá efectos negativos en la población. Durante el toque de queda no podemos salir a comprar alimento. No podemos usar nuestros autos y no podemos llevar a los enfermos al hospital. Por lo tanto, tiene efectos muy negativos en la población. También perjudicará a aquellos que tienen trabajo”.
El toque de queda fue impuesto previo a una marcha contra la ocupación planeada por los seguidores del clérigo chiíta Moqtada al Sadr. La marcha fue cancelada por temor a que se utilizara la violencia para detener a los manifestantes. Un residente de Bagdad afirmó que cinco años después del comienzo de la ocupación estadounidense, la vida en Irak no era mejor que bajo el régimen de Saddam.
El residente de Bagdad dijo: “Cinco años después de la caída [del régimen de Saddam] nada ha cambiado. La situación es la misma, el mismo sufrimiento. Estábamos viviendo en la oscuridad y ahora estamos viviendo en una oscuridad aún mayor. La situación no es nada buena, no hay servicios, no hay gasolina, no hay nada. La situación es mala”.