En Capitol Hill, el gobierno de Bush le entregó información a los legisladores que, según sostiene, prueba que Corea del Norte se confabuló con Siria para construir unas instalaciones nucleares que Israel bombardeó en septiembre. Un alto funcionario de inteligencia dijo que Estados Unidos creía que las instalaciones estaban casi listas para operar. No obstante, el Washington Post informa que otro alto funcionario dijo que la inteligencia estadounidense había declarado formalmente que tenía “poca certeza” de que este lugar fuera parte de un programa nuclear de Siria. La única fotografía publicada de funcionarios sirios y norcoreanos aparentemente no provino del lugar en cuestión. El congresista republicano Peter Hoekstra criticó la información de la Casa Blanca.
El representante Hoekstra dijo: “No existe un ambiente de confianza entre el gobierno y el Congreso. Pienso que muchas personas creyeron hoy que el gobierno nos estaba usando. No porque sintieron que debían informar al Congreso porque tenían la obligación legal de hacerlo, sino porque tenían otros planes en mente. Recuerden, el gobierno tiene la obligación legal de mantener al Congreso totalmente informado y al corriente de los problemas con los que el gobierno debe lidiar”.
Este año, el corresponsal del New Yorker Seymour Hersh informó que no hay pruebas de que estas instalaciones estuvieran vinculadas a armas nucleares. Hersh dijo que Israel que no sabía lo que estaba atacando y que su objetivo principal era enviarle un mensaje a Irán.