Amnistía Internacional está acusando a Estados Unidos y a otros países de evadir sus responsabilidades con los refugiados iraquíes al promover un panorama falso sobre la situación de seguridad en Irak. Sarnata Reynolds de Amnistía Internacional dijo: “Si bien la retórica del gobierno estadounidense indica todo lo contrario, la situación de los derechos humanos en Irak sigue siendo tan desastrosa que nadie quiere regresar por voluntad propia”. Según la Organización de las Naciones Unidas, el número de iraquíes que huyeron de sus hogares ahora llegó a 4.7 millones, la cifra más alta desde que comenzó la invasión estadounidense.
Un refugiado iraquí que vive en Damasco dijo: “Sus casas han sido destruidas u ocupadas por otras personas. No hay servicios como agua potable, electricidad, ni siquiera los hospitales están en condiciones de atender a las personas. En cuanto a las escuelas, las familias pelean siempre por sus hijos, les preocupa que sus hijos sean secuestrados”.