China está siendo acusada de censurar el acceso a Internet previo a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. A los periodistas que trabajan en la principal sala de prensa de Pekín se les negó el acceso a los sitios web de varias organizaciones que critican a China, entre ellas Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras, así como también la organización religiosa Falungong. A principios de esta semana, Amnistía acusó a China de no cumplir sus promesas en lo que respecta a los derechos humanos al encarcelar a varios disidentes y abogados destacados. Mark Allison, de Amnistía Internacional, habló sobre la manera en que China trató al activista por los derechos humanos Hu Jia, que recientemente fue condenado a más de tres años en prisión.
Mark Allison dijo: “Ahora Hu Jia también ha estado en prisión por cargos similares de subversión. Su juicio está políticamente motivado, es totalmente injusto y debería ser liberado de inmediato y sin condiciones. Su esposa también es una activista por los derechos humanos. Está siendo acosada por la policía que está parada frente a su casa, vigilando sus movimientos. Tiene un bebé recién nacido, que nació a fines del año pasado. Mientras tanto, su marido está en prisión y debería ser liberado”