Y en China, dos activistas del grupo Estudiantes por un Tíbet Libre realizaron lo que denominaron su protesta del “ocho de la suerte” contra la situación de derechos humanos durante los Juegos Olímpicos. Una activista, Ginger Cassidy, habló con periodistas en Pekín.
Cassidy dijo: “Estamos aquí para solidarizarnos con el pueblo del Tibet, armado con dignidad humana y tácticas no violentas, van en contra de una de las mayores máquinas de propaganda y militares del mundo, China. Han intentado disolver cualquier opinión discordante en el país. Hemos organizado exitosamente más de ocho acciones directas no violentas mientras estuvimos en China. Encontramos nuestro ocho de la suerte”.