En Afganistán, las fuerzas estadounidenses y afganas fueron acusadas de matar a noventa civiles afganos, entre los que se encontraban más de cincuenta niños, en un ataque aéreo en la localidad de Azizabad la semana pasada. Una declaración del Ministro del Interior afgano establecía que este fue uno de los ataques más letales contra los civiles desde que comenzó la invasión dirigida por Estados Unidos en 2001. El sábado, cientos de afganos llevaron a cabo una protesta contra este ataque estadounidense. El padre de una de las víctimas, Abdul Karim, sostuvo la camisa de su hijo.
Abdul Karim dijo: “Esos hipócritas que dijeron que había talibanes aquí y están matando a personas inocentes, deberían venir y ver que todos los que murieron son niños, no miembros del Talibán”.
El domingo, el Presidente Hamid Karzai destituyó a un general del Ejército afgano y a otro oficial por su participación en la operación comando. Inicialmente, las Fuerzas Armadas estadounidenses dijeron que en el ataque habían muerto treinta personas que se sospechaba eran combatientes Talibán, pero luego anunciaron planes de investigar estos asesinatos.