El gobierno de Bush dice que está preparando una nueva gran intervención en el sistema financiero de Estados Unidos. En virtud de la medida propuesta, el gobierno adquiriría todos los préstamos actualmente incobrables de los bancos y otros prestamistas que atraviesan una situación crítica. Se dice que este plan es similar a la compra federal de las propiedades sobrantes en el escándalo vinculado al sistema de ahorro y préstamos de la década del 90. El costo de esta medida podría ser muy superior al de las ayudas económicas multimillonarias del gobierno para salvar a las instituciones financieras Bear Stearns, Fannie Mae y Freddie Mac, y al American International Group (AIG). Los demócratas también dicen que están ejerciendo presión para que se brinde más ayuda a los propietarios en problemas que están afrontando ejecuciones hipotecarias. El jueves, los líderes del Congreso dieron apoyo bipartidista a este esfuerzo luego de reunirse con el Secretario del Tesoro Henry Paulson y el Presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke. La Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que los demócratas acordaron aprobar una legislación antes de la próxima semana.
La Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo: “Acabamos de culminar lo que considero fue una reunión muy productiva, en la que el gobierno y el Presidente de la Reserva Federal hablaron sobre una iniciativa para ayudar a resolver la crisis financiera de nuestro país. Ese es nuestro objetivo, y para lograrlo queremos aislar a Main Street de los problemas de Wall Street, y reconocer nuestra responsabilidad con los contribuyentes, los consumidores, y con la población de todo el país”.
El jueves temprano, la Reserva Federal también anunció que colocaría aproximadamente 180.000 millones de dólares en préstamos en el mercado financiero mundial mediante bancos centrales extranjeros.