Se está pidiendo a los evacuados de Nueva Orleáns que permanezcan fuera de la ciudad hasta por lo menos el miércoles, mientras las autoridades continúan inspeccionando las calles y puentes para evaluar los daños causados por el Huracán Gustav. El huracán tocó tierra el lunes, a aproximadamente 110 kilómetros al suroeste de Nueva Orleáns. En el momento en que llegó a la costa había disminuido a categoría dos, con vientos de más de 170 kilómetros por hora. En Louisiana, el huracán causó la muerte de por lo menos siete personas, pero no fue tan devastador como se había temido. Más de un millón de personas se encuentran sin energía eléctrica en la región. No se informó le rotura de ningún dique en Nueva Orleáns, aunque partes de la ciudad se inundaron.
El Gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, dijo: “Aún no sabemos la magnitud del daño, aún no conocemos la gravedad del daño material, del impacto en las familias de Louisiana. Considero que la asociación estatal, municipal y federal ha trabajado bien conjuntamente en lo que respecta a las evacuaciones, en lo que refiere a estar preparados, pero aún es muy pronto para establecer la magnitud del daño que este huracán provocó”.
Casi dos millones de residentes de Nueva Orleáns y Louisiana fueron evacuados previo a la llegada del huracán. Mientras tanto, los meteorólogos dicen que otro ciclón, el Huracán Hanna, podría llegar al sudeste de Estados Unidos a mediados de esta semana. El lunes el huracán azotó las Bahamas con vientos intensos y lluvia.