Más de 4.300 palestinos resultaron heridos, mientras que trece israelíes murieron durante los últimos dieciocho días. Se calcula que aproximadamente 90.000 palestinos huyeron de sus hogares, pero muchos residentes de Gaza no tienen a donde ir debido a que todos los cruces de la frontera de Gaza están cerrados.
Antoine Grand, Director del Comité Internacional de la Cruz Roja en Gaza, dijo: “No hay ningún lugar seguro en Gaza para los civiles. Temen quedarse en sus casas, temen moverse. También temen salir a la calle para intentar obtener agua o comprar alimento. No hay electricidad. No hay agua. El acceso a los hospitales es difícil. Las ambulancias no pueden llegar a ciertos lugares para recoger a los heridos”.