En Irán, seis altos comandantes de las Guardias Revolucionarias del país fueron asesinados el domingo en un atentado suicida con bomba que provocó la muerte de otras 36 personas. Este atentado tuvo lugar en la provincia de Sistán Baluchistán, en el sureste del país, cerca de la frontera pakistaní. Fue descrito como el ataque más grave contra Irán en más de 20 años. El grupo militante sunita Jundallah se adjudicó la responsabilidad del ataque. El jefe de las Guardias Revolucionarias de Irán prometió “tomar represalias” contra Estados Unidos y Gran Bretaña tras acusarlos de apoyar al grupo Jundallah. Mientras tanto, el Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad acusó a Pakistán de también estar vinculado a los atacantes.
Mahmoud Ahmadinejad dijo: “Le pedimos al gobierno pakistaní que no retrasen más la detención de los principales elementos de este ataque terrorista, y también nos informaron que algunos agentes de seguridad de Pakistán están cooperando con los elementos principales de este atentado terrorista, y consideramos que es nuestro derecho exigir a estos criminales”.