En Honduras, un acuerdo mediado por Estados Unidos para poner fin a la crisis política que comenzó hace cuatro meses aparentemente fracasó, tan sólo una semana después de que fue firmado. El viernes, el Presidente derrocado Manuel Zelaya declaró que el acuerdo se había terminado. Mientras tanto, Roberto Micheletti, el líder del gobierno de facto, dijo que establecería un gobierno de unidad nacional sin la participación de Zelaya. Los seguidores de Zelaya acusaron al gobierno de facto de acabar con el acuerdo de reparto de poder.
Arturo Reina, delegado del Presidente hondureño Manuel Zelaya, dijo: “Creemos que nunca hubo voluntad de parte del gobierno de facto, nada más que la de encubrirse para poder prolongar su permanencia al margen de la voluntad del pueblo de Honduras”.