Mientras tanto, continúan las movilizaciones por la justicia climática en Estados Unidos. El jueves, el grupo ambientalista Greenpeace se congregó en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Washington. Los activistas de Greenpeace desplegaron una pancarta que semejaba una cinta policial amarilla y declararon la sede de la Cámara como la “escena del crimen climático”.
Un activista declaró: “¡Esta es la Unidad del Crimen Climático de Greenpeace! Declaramos a la Cámara de Comercio de Estados Unidos como una escena del crimen climático. La Cámara de Comercio de Estados Unidos y otros grupos de presión de las industrias contaminantes han tomado al planeta de rehén. Están debilitando los esfuerzos de Estados Unidos para detener el cambio climático que está fuera de control y, como consecuencia, los líderes mundiales no están llegando a un acuerdo en Copenhague. Exigimos que los grupos de presión de la industria se terminen y desistan de sus intentos”.
También en Washington, más de una docena de jóvenes activistas realizó una sentada en el Departamento de Estado. Los organizadores afirman que realizaron la movilización en solidaridad con la sentada protagonizada por jóvenes el jueves en el interior del Bella Center, en protesta contra la exclusión de los delegados de la sociedad civil y reclamando un acuerdo justo y vinculante.