Y activistas en contra de la caza de ballenas regresaron a las aguas cercanas a la Antártida en un intento por detener a siete flotas balleneras japonesas. La tensión está aumentando entre los balleneros y los activistas de Sea Shepherd. Los arponeros japoneses presuntamente utilizaron cañones de agua, altavoces y armas acústicas de tipo militar como parte de su esfuerzo por repeler a los activistas en contra de la caza de ballenas. La campaña en contra de la caza de ballenas es liderada por Paul Watson, fundador de la organización Sea Shepherd Conservation Society (Sociedad de Conservación Pastores del Mar).
Paul Watson dijo: “Aparentemente las soluciones no provienen de la política. En realidad provienen de la economía. Y lo que hemos estado haciendo durante los últimos años es reducir las cuotas de caza de los japoneses y anularles las ganancias, y eso lo están sintiendo”.
Japón mató a casi 700 ballenas el año pasado utilizando una laguna legal en una moratoria internacional que permite las “investigaciones letales”.