Fuerzas especiales de la Marina estadounidense liberaron al capitán de un barco estadounidense el domingo y dieron muerte a tres piratas somalíes que lo tomaron como rehén en un bote salvavidas. El rescate de Richard Phillips puso fin a un enfrentamiento de cinco días que comenzó cuando cuatro piratas intentaron apoderarse de un barco estadounidense el jueves. La tripulación quedó a salvo luego de que el capitán se ofreció como rehén. Durante el fin de semana, el Presidente Obama autorizó el uso de la fuerza en caso de que la vida del capitán se viera en peligro inminente. Horas antes de que los piratas fueran ultimados por efectivos de los Navy Seals, fuerzas especiales de tierra, mar y aire, el Almirante Thad Allan, de la Guardia Costera de Estados Unidos, estuvo en el programa “This Week” de la cadena ABC y afirmó que se necesita un marco jurídico internacional para abordar el problema de la piratería.
El Almirante Thad Allan declaró: “Creo que hay que crear un marco jurídico internacional en el que haya consecuencias para estas acciones. En los últimos seis a doce meses, la Guardia Costera de Estados Unidos, conjuntamente con nuestros socios en el gobierno, ha estado trabajando a través de entidades como la Organización Marítima Internacional para obtener resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que nos autoricen a ingresar en el territorio y las aguas territoriales somalíes para proteger cargamentos de alimentos de todo el mundo. Lo que realmente hay que tener es un mecanismo de coordinación que en última instancia permita que estos piratas comparezcan ante la justicia en los casos en que se les pueda hacer rendir cuentas”.
Un cuarto pirata somalí está bajo la custodia de Estados Unidos, luego de haberse rendido antes de que terminara el enfrentamiento. Funcionarios estadounidenses admitieron que la muerte de los piratas puede dar lugar a un aumento de la violencia en la región. Los piratas somalíes todavía tienen en su poder a una docena de barcos y a más de 200 rehenes. La piratería comenzó en la región luego de que buques occidentales comenzaran a verter residuos tóxicos en las aguas de Somalía y terminaran con la industria pesquera del país. Los pescadores somalíes han expresado su preocupación por la creciente presencia de los buques de guerra extranjeros frente a sus costas.
Abdikadir Munganih dijo: “Estamos muy preocupados por las actividades militares que la coalición internacional que combate a los piratas somalíes desarrollan en nuestras aguas porque a veces, al adentrarnos en el mar, nos enfrentamos a situaciones muy peligrosas, ya que sus flotas están en nuestras aguas y desde que comenzaron estas operaciones, hay menos pesca”.