El lunes, el Presidente Obama visitó el cuartel general de la CIA en Virginia, luego de la publicación, la semana pasada, de los memorandos del gobierno de Bush en los que se autorizaba a utilizar técnicas de tortura. Al dirigirse a una multitud ruidosa, Obama se rehusó a condenar categóricamente el contenido de los memorandos y los calificó como “errores potenciales”.
El Presidente Obama dijo: “No se desanimen por lo que pasó en estas últimas semanas. No se desanimen por tener que reconocer que potencialmente cometimos algunos errores; así es cómo aprendemos. Pero el hecho de que estemos dispuestos a reconocerlos y a seguir adelante es precisamente la razón por la que estoy orgulloso de ser el presidente de Estados Unidos, y esa es la razón por la que ustedes deben estar orgullosos de pertenecer a la CIA”.
El gobierno de Obama afirmó que se opone a todo intento de procesar a los interrogadores de la CIA que participaron en torturas, así como a los funcionarios del gobierno de Bush que las autorizaron. El lunes, la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado Dianne Feinstein solicitó a Obama que no descarte todavía los procesamientos hasta que su comité termine una investigación que insumirá los próximos seis meses.