En Chile, un ex soldado fue acusado de participar en 1973 en el asesinato del cantante chileno de protesta Víctor Jara. Las fuerzas militares chilenas torturaron y asesinaron a Jara días después del derrocamiento, respaldado por Estados Unidos, del Presidente electo Salvador Allende. Para que Jara no pudiera seguir tocando la guitarra, sus captores le rompieron las manos, y luego le dispararon 44 veces. El ex soldado, Adolfo Paredes Márquez, admitió su participación en el hecho, pero negó haber apretado el gatillo. Nelson Caucoto, abogado chileno de derechos humanos, dijo que espera que los oficiales al mando puedan ser localizados y procesados.
Caucoto dijo: “Espero que lleguemos a los jefes, a los que dieron las órdenes, porque me imagino que en esa cadena de mando, una persona que tenía 18 años no tenía ninguna posibilidad de resistirse a una orden”.