Karzai estuvo en Washington junto con el Presidente paquistaní, Asif Ali Zardari. Ambos se reunieron más tarde con el Presidente Obama, quien señaló que todos enfrentaban un enemigo común: los talibanes.
Obama dijo: “La seguridad de Pakistán, Afganistán y Estados Unidos está vinculada. En las últimas semanas, esa verdad se ha visto reforzada. Al Qaeda y sus aliados siguieron cobrando vidas en Pakistán y Afganistán, y continúan desafiando a los gobiernos democráticamente electos de los dos presidentes que están aquí hoy. Mientras tanto, Al Qaeda conspira contra el pueblo estadounidense y los ciudadanos de todo el mundo, desde su refugio seguro a lo largo de la frontera”.
La visita de Zardari y Karzai a Washington coincide con la aceptación de los legisladores de una solicitud de 2,3 mil millones de dólares de ayuda a Pakistán, y más de 800 millones de dólares de asistencia militar para Afganistán, efectuada por el gobierno de Obama. El presidente del Comité de Gastos de la Cámara de Representantes, David Obey, se apartó de la posición de los líderes demócratas y propuso que Estados Unidos condicionara el otorgamiento de los fondos a la capacidad de los gobiernos afgano y paquistaní de cumplir con diversos parámetros.