El presidente Barack Obama sancionó la ley que otorga al gobierno estadounidense amplias facultades de regulación de los cigarrillos y otros productos con tabaco. Obama, que fuma esporádicamente, afirmó que la ley restringiría la capacidad de las compañías tabacaleras para comercializar sus productos a los niños.
El presidente Obama dijo: “En el día de hoy, gracias al trabajo de demócratas y republicanos, defensores de los consumidores y de los beneficiarios del sistema médico, triunfó el esfuerzo de décadas orientado a proteger a nuestros niños de los efectos nocivos del tabaco. Hoy llegó el cambio a Washington. La ley no prohibirá todos los productos con tabaco y permitirá a los adultos ejercer su derecho a elegir. Pero también prohibirá la publicidad de cigarrillos en un área de 1.000 pies a la redonda de escuelas y patios de recreo. Limitará la capacidad de las compañías tabacaleras para comercializar sus productos a los niños mediante la utilización de sabores atractivos. Obligará a estas empresas a reconocer más clara y públicamente los efectos nocivos y letales de los productos que venden”.
Algunos funcionarios de salud pública criticaron la ley, que fue elaborada en parte por la principal compañía de cigarrillos del país, Philip Morris. Michael Siegel es profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston.
Dijo Michael Siegel: “Esta es una gran victoria para la gran industria del tabaco. Esencialmente, esta ley va a institucionalizar los cigarrillos para siempre. Va a dar el sello de aprobación del gobierno federal a los cigarrillos. Básicamente, se le pide a la FDA [Administración de Alimentos y Fármacos] que mire hacia otro lado. En el caso de todos los demás productos que controla la FDA, si se determina que alguno de ellos está matando gente, se lo retira inmediatamente del mercado”.