En Irán, fuerzas del gobierno siguen reprimiendo las protestas suscitadas por los polémicos resultados de las elecciones nacionales celebradas este mes. El jueves, la policía iraní disolvió una multitud de centenares de manifestantes que intentaban congregarse en los alrededores del parlamento en Teherán. Según testigos, se produjeron golpizas y arrestos masivos, y muchos manifestantes resultaron heridos de gravedad. Los enfrentamientos tuvieron lugar en momentos en que el ayatolá Ali Khamenei, líder supremo del país, reiteró su negativa a anular las elecciones. En un discurso pronunciado en Francia, la periodista estadounidense-iraní Roxana Saberi, recientemente liberada, criticó las medidas represivas.
Roxana Saberi dijo: “Estoy muy preocupada por su bienestar y creo que probablemente estén atravesando momentos mucho más difíciles que los que tuve que enfrentar yo; espero que sean liberados lo antes posible. Pienso que la violencia no resuelve nada y que mucha gente de Irán sencillamente quiere que sus demandas sean atendidas en forma pacífica”.
Saberi fue liberada de una prisión iraní el mes pasado, después de haber sido acusada de espionaje. El gobierno de Obama, mientras tanto, dejó sin efecto las invitaciones a diplomáticos iraníes para asistir a las próximas celebraciones del 4 de Julio, que tendrán lugar en las embajadas estadounidenses de todo el mundo. Estados Unidos afirma que dejó sin efecto las invitaciones en señal de protesta por la acción represiva.