El New York Times informa que altos funcionarios del gobierno de George W. Bush consideraron la posibilidad de enviar tropas estadounidenses a barrios de las afueras de Buffalo en 2002 para arrestar a un grupo de hombres sospechosos de conspirar con Al Qaeda. El Vicepresidente Dick Cheney respaldó el plan, a pesar de las restricciones legales a la participación de militares en allanamientos e incautación de bienes dentro del país. Cheney se basó en parte en un memorando de 2001 del Departamento de Justicia, redactado por los abogados John Yoo y Robert Delahunty, que establecía que la Cuarta Enmienda no se aplicaba a operaciones militares internas. Ex funcionarios afirmaron que el debate de 2002 surgió en parte por las preocupaciones del Departamento de Justicia de que no hubiera pruebas suficientes para arrestar y enjuiciar con éxito a los sospechosos en Lackawanna. Cheney quería que los hombres fueran declarados combatientes enemigos y retenidos en custodia militar, sin ser juzgados, por tiempo indeterminado. Finalmente, la postura de Cheney no triunfó y el Presidente Bush ordenó al FBI que procediera a los arrestos en Lackawanna. Los cinco hombres arrestados allí en septiembre de 2002 y un sexto apresado casi al mismo tiempo en Bahréin se declararon culpables de las acusaciones de terrorismo en su contra.
Cheney quería que sospechosos de terrorismo fueran arrestados en territorio estadounidense por soldados de esa nacionalidad
Titular27 Jul. 2009