En Nigeria, la cifra de muertos en los enfrentamientos que se produjeron en los últimos tres días entre combatientes musulmanes y las fuerzas del gobierno ascendió a 150 personas. El martes, las fuerzas gubernamentales bombardearon el cuartel general de una secta musulmana radical en el Estado norteño de Borno. Un fiel de la ciudad nigeriana de Lagos exhortó a poner fin a los combates.
Yekin Akobi dijo: “Existe una manera de arreglar las diferencias entre ambos bandos, por lo que no veo razón para que la gente tenga que morir por nada”.