Se ha reanudado en Israel un caso de muerte ilícita presentado por la familia de Rachel Corrie, la activista por la paz que fue asesinada hace siete años. Corrie fue atropellada por una topadora del Ejército israelí mientras estaba parada frente a una vivienda palestina intentando ayudar a detener su demolición. Con anterioridad al juicio, una investigación interna del Ejército israelí eximió de responsabilidad a los soldados involucrados. El jueves, quien conducía la topadora declaró por primera vez ante la justicia, pero habló detrás de un panel para proteger su identidad. En declaraciones para CNN Internacional, la madre de Corrie, Cindy, criticó los procedimientos para guardar secreto.
Cindy Corrie declaró: “Este es el segundo testigo que hemos visto declarar detrás de un panel. Sentimos que de alguna manera impide hacer asociaciones. Esto distancia a la persona de nosotros. Hoy esperaba ver a un ser humano íntegro y escuchar lo que decía un ser humano íntegro. Sin embargo, tuvimos palabras, por momentos palabras bastante contradictorias, palabras bastante confusas, de una persona detrás de un panel”.
En su testimonio, el conductor afirmó no recordar varios detalles básicos respecto al asesinato de Corrie, entre ellos, en qué momento del día sucedió.